Resultados extraordinarios:

Las actividades de todos los día: levantarse, desayunar, ir a trabajar, volver a la casa, ir a buscar a los chicos al colegio, pagar las cuentas, atender las demandas, resolver problemas, los paros, las huelgas, los cortes en los puentes, en síntesis: "la rutina de todos los días"es la principal actividad que te adormece, te hace entrar en un sueño profundo sin proyectos, sin metas, perdiendo así el valor del tiempo y de la vida de que dispones. Por todo esto es que muchas personas no son felices.
Quizás están casadas, tienen hijos, un buen trabajo, ganan muy buen dinero, sin embargo siempre parecen estar inconformes con lo que tiene, y tal vez durante el día se encuentran preguntándose: "¿Para qué estoy haciendo todo esto...?" Y la respuesta llega: "No soy feliz...".

Sin embargo, en una mirada rápida tú pensaste que lo tenían todo. Pero no, la felicidad, los logros, los resultados y el éxito no llegan de esta manera. Lo que sucede, es que este estilo de personas funciona con el pensamiento equivocado. Piensan que la felicidad viene sola, y que un día milagrosamente les va a tocar la puerta; la esperan de esta forma y la buscan en lugares donde seguramente no estará.
La felicidad es un derecho que Dios te ha dado por ser humano. Felicidad es un estado que tienes que alcanzar en tu vida. Felicidad no es un don que se te regala, sino una montaña que debes luchar para conquistarla. Felicidad no es algo que viene y golpea tu puerta y viene a tu corazón. Felicidad es una montaña que tienes que escalar, subir y capturar.

"Felicidad es un estado de paz interior."

Bernardo Stamateas.