Nada es demasiado.
Nada era demasiado.
Hasta que apareciste vos.
Y ahí, todo fue demasiado.
Yo demasiado poco.
Vos demasiada perfección.
Vos.
El mayor de los excesos.
El más lindo y el más doloroso.
El que jamás podré alcanzar.
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Sólo palabras sinceras.