Lo que una palabra es capaz de cambiar.

-Hola, ¿cómo estás?
-Bien, rara, vos?
-¿Cómo rara? No te cansas de sentirte rara vos eh...
-Perdoname, ¿me estás cargando? Si yo tuviera control sobre mi "rareza" no estaría rara nunca... Pero como vos no tenés medias tintas, no me entendés.
-¿Quién te dijo que no tengo medias tintas?
-Vos.
-Y después decís que las palabras nos condenan.
-¿A vos no te condenan?
-No, porque yo pienso las cosas antes de decirlas.
-Las pensás, pero no te acordás todas esas palabras "pensadas" después de decirlas.
-¿Y eso como es?
-Uf, si quisiera ser maestra jardinera habría hecho la carrera..
-Ay, ¡por favor! Explicame, ¡no me dejes con la intriga que me muero!
-Tendrías que ver la cara de estafador que te sale con el tono irónico.
-Explicame, yo sé que te encanta sentirte superior que otra persona.
-Si te lo explico es solo por mi criterio.
-¿Criterio de...?
-Criterio de no dejar las cosas "medias dichas".
-Eso es no tener medias tintas.
-Eso es tener un pensamiento o criterio propio. Y medias tintas las tengo bastante seguido, sino no estaría "rara".
-Blablabla. ¿Podes dejar a un lado tu discursito emblemático y explicarme por qué decís eso de que me olvido mis palabras?
-Disculpame mi amor, pero vos sos el que me lleva a esos discursitos y, en todo caso, nadie te obliga a escucharlos.
-Nadie me obliga, así es. Pero no me gusta dejar a alguien hablando sola como una loca, y menos si se que no tiene otra persona a la cual engancharle su discursito. Es cuestión de criterio... ¡JA! Criterio y buena educación.
-¿Buena educación? JAJAJA, no pensé que tenías límites tan por arriba de los normales. Paso a explicarte que eso no es buena educación, eso es miedo a decirle a alguien la verdad en la cara. Mentiroso y orgulloso, que combinación..
-Uy, disculpen. Habló la "chica perfecta". ¡Pero por favor!
-¿Sabes qué? los oídos los tenés de adorno. SIEMPRE supiste que yo aclaraba que no era perfecta y que no creía en la perfección humana.
-Ah, interesantísimo.
-¡Sos un desperdicio de tiempo, chabón! Crees que te las sabes todas y recién vas por la primera página del diccionario. Te olvidas de lo que decís, te olvidas de que vos me habías dicho que no tenías medias tintas. No creí llegar a tenerte lástima, pero se ve que esto tocó fondo. Gracias por abrirme los ojos antes del tornado.
-Ok, si vamos a escupirnos las verdades, entonces sabe que no sos que no sos una necesidad para nada en mi vida. Ah, de nada, son obras caritativas las mías.
-Rompiste el récord de estupideces e incoherencias, felicitaciones. Y vamos a ver después quién es el que se siente raro o el que empieza a depender estúpidamente de otra persona... Tantas veces volví pensando que valías algo. Ahora me das risa, lástima y ganas de vomitar a la vez. Suerte con tu vida perfecta. HASTA NUNCA.
-Chau mujer maravilla.