No sé si soy yo la que siempre termina eligiendo el mismo tipo de personas o si es un problema general. Ojalá sea la segunda, porque no me creo tan estúpida (o al menos espero no serlo).
A veces uno "desarma" sus planes para poder lograr algo (que realmente desea) o por alguna persona, y esa persona te los vuelve a desarme -una vez ya repensados- con su indecisión.
Todos pueden todo. Menos cumplir lo que prometen.
Y si hay algo a mi que me encanta son las palabras. Pero las palabras, sin actos que las comprueben, me sofocan.
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Sólo palabras sinceras.